Vaciamiento patrimonial: el mecanismo por el que los Solari Donaggio denuncian de estafa al directorio de Nova Austral
Los bonistas acusan que la salmonera transfirió su capital social a las sociedad matrices, pasando a ser una compañía "sin respaldo patrimonial" e incapaz de cumplir con sus obligaciones financieras.
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A través de Fratelli Investments, la familia Solari Donaggio –de los hermanos Carlo, Sandro y Piero, del pacto de accionistas que controla Falabella-, se querelló contra un representante del controlador noruego de la salmonera Nova Austral, además de algunos exdirectores y exejecutivos de la firma.
Denuncian una estafa que cifran en US$ 300 millones, acusando que al momento de invertir en bonos de la salmonera, la administración de la empresa ocultó sus incumplimientos medioambientales; los motivos de sus altos estándares de producción; y su real situación financiera.
Pero además, acusan al directorio de haber realizado un vaciamiento patrimonial mediante disminuciones de capital.
La querella presentada por Fratelli dice que la salmonera decidió emitir bonos para pagar la deuda de la empresa y realizar un préstamo de corto plazo a los fondos Altor y Bain, que actuaban como controladores de la compañía, para que estos distribuyeran dividendos a medida que las utilidades acumuladas se fueran generando. Hoy, el primero de estos fondos es el que permanece como controlador de la firma.
En el proceso de reorganización judicial –en curso- de Nova Austral, los tenedores de bonos son los principales acreedores. Solo a ellos se les adeudan unos US$ 415 millones. En ese grupo, destacan la familia Solari y también la administradora de fondos Moneda Asset Management.
Las disminuciones de capital
Fue en 2017 cuando Nova Austral emitió su primer bono. “Se destinaría al pago de deudas y para un crédito de corto tiempo para con la matriz de la compañía, solo en caso que puedan ser distribuidas utilidades retenidas y en la medida que existiesen ganancias”, afirma la querella.
Tras haberse realizado los préstamos, estos habrían sido compensados con una disminución de capital de la salmonera, en una junta de accionistas efectuada el 12 julio de 2018. El capital social disminuyó en US$ 117,9 millones, lo que fue restituido a los accionistas.
“Fue así que, aunque no existían utilidades, los dineros quedaron radicados en las sociedades matrices, en perjuicio de la empresa Nova Austral y consecuencialmente de los tenedores del bono (…) con posterioridad a este vaciamiento patrimonial, pasó a ser una compañía con un capital ínfimo, sin respaldo patrimonial y sabiendo que el flujo que generaba la venta de salmones estaba con los días contados”, ataca la querella.
Fratelli dijo a la justicia que esa junta de accionistas se celebró en Bergen, Noruega, y que los querellados Ygnve Myhre, Halvor Meyer Horten y Tom Christian Jovik votaron a favor de la medida. El último de estos es el principal de Altor, quien hoy permanece en el directorio de la salmonera.
Posteriormente, ese mismo 12 de julio, se convocó a una junta extraordinaria de accionistas en las oficinas de la empresa en Chile, en Isidora Goyenechea. “Obviamente, dentro del plan criminal, se acordó no citar por avisos”, acusa la querella. En esa junta, habría asistido solo un apoderado a nombre de ambos accionistas, acordando las modificaciones a los estatutos sociales.
“Por último, en una nueva sesión de directorio realizada al día siguiente, de fecha 13 de julio de 2018, se distribuyen el botín”, cierra la versión de la sociedad ligada a los Solari.
En contexto
"Los directores aludidos son responsables penal y patrimonialmente de su rol. Por ende, arriesgan personalmente consecuencias si el caso decanta en la línea investigativa", afirma Fadua Gajardo, directora ejecutiva del Instituto de Directores de Chile (IdDC).
El concepto de vaciamiento patrimonial es el mismo por el que se ha acusado al empresario Álvaro Saieh, en una seguidilla de querellas que comenzaron con la de MBI Inversiones. Esta acción legal fue patrocinada por el mismo abogado que representa a los Solari, Carlos Cortés Guzmán.
Asimismo, la querella de Fratelli ha puesto en alerta a los actores del Caso Australis, el otro gran proceso judicial que se vive en la industria salmonera.
Las similitudes de las acusaciones saltan a la vista. En ambos casos un inversionista denuncia haber desembolsado dinero por una compañía que, a través del ocultamiento de infracciones ambientales, dio una imagen equívoca de su realidad operacional y financiera.